jueves, 30 de abril de 2009

Lo que Israel no quería que vieramos

Uno de los inconvenientes de estar en Alemania es no poder ver los programas españoles, entre ellos los documentales. Hoy os traigo el documental que realizó Jon Sistiaga justo después de que pararan los ataques en la franja de Gaza al comienzo de este mismo año. "Lo que Israel no quería que vieramos". Lo acabo de ver y me ha dejado cuanto menos impactado. Es de total recomendación verlo, pero dos anotaciones antes de que lo veais, 1º los israelies califican los cohetes lanzados por Hamás de misiles, no lo son y ya explique aquí en un tema anterior por que son cohetes y no misiles, y 2º y muy importante, en algunos momentos hay escenas MUY DURAS, ATENCION. Te hacen preguntarte en que punto se separa la información entre la necesidad de informar de la cruda realidad y la busqueda del morbo. Poco más debo de comentar ya que es mejor que lo veais vosotros mismos. Un saludo.






martes, 28 de abril de 2009

Pasión por el Balonmano

Estoy muy contento, si, si, si. Es que probablemente el martes que viene vaya a Magdeburgo a ver jugar a los Magdeburg Gladiators. Siiii, era uno de mis objetivos aquí en Alemania, y ya que no he podio jugar en todo el año que menos que tragarme un partido y casi con total seguridad pillarme alguna camiseta de un equipo, por que eso no lo podeis dudar, lo hare. Hay demasiado mono de balonmano como para estar en el país donde se vive con más fanatismo y ni siquiera verlo.Pero en fin, para el que no lo sepa (que según mis cálculos serán todos los lectores de este blog) en los Magdeburg Gladiators jugaba el estandarte del balonmano alemán (y apodado el Dennis Rodman del balonmano) Stephan Kretzschmar (lo sé es complicado de leer, pero se pronuncia más o menos "Kresmar"), a quien vemos aquí lanzando con la obstrucción de Peter Metlicic, otro grandisimo jugador que también probo la liga ASOBAL de balonmano (la nuestra para los de la LOGSE). Es cierto (para el que lo sepa y el que no también) que el Magdeburgo desde que se retirara Kretzschmar (y se reconvirtiera en estandarte del mundo underground y alternativo de Alemania, teniendo un programa en la MTV y todo) no ha vuelto a ser el equipo peligroso y que solía optar a títulos que todos los demás años había sido. Y es que este jugador era lo que todos esperamos de la palabra crack (aunque David Barrufet le hacía tener pesadillas) y un ejemplo a seguir por los que, como yo, jugaban en el extremo izquierdo, junto claro está a Juanín García y Rafa Guijosa (Dos españoles nombrados mejores jugadores del mundo). Un ejemplo de Kretzschmar aquí:

Si que es cierto que en España poseemos la mejor liga de balonmano del mundo junto con la alemana, y tambien es cierto que he tenido la posibilidad de ver partidos en España entre grandes equipos, que tengo fotos con casi toda la plantilla del barcelona y autógrafos de casi todos los internacionales españoles de los últimos cuatro años. Pero aquí en Alemania el balonmano se vive de otra forma, es una religión y tener una media de espectadores en un pabellón de 5000 no se ve en España todos los días.
Un equipo femenino de tercera puede tener unas instalaciones que envidiarian muchos equipos de primera, y en resumen las ciudades que acogen un equipo de máxima categoría de balonmano son ciudades que lo siguen con ferviente apoyo. Por ello quiero ir a Magdeburgo y vivir la tradición de los dos últimos minutos de un partido, en los que todo el pabellón se levanta y comienza a aplaudir ininterrumpidamente hasta que finaliza el partido como agradecimiento a los jugadores por el partido mostrado. La Wikipedia define el balonmano como:
El balonmano (del inglés handball) es un deporte de pelota en el que se enfrentan dos equipos, cada uno de siete jugadores (seis son jugadores de campo y uno es portero) que se enfrentan entre sí. El objetivo del juego es conseguir marcar gol con la pelota en la mano en la meta del equipo rival. El equipo que después del partido, que consta de dos partes de 30 minutos, haya logrado más goles resulta ganador, pudiendo darse también el empate.

Para mi por suerte o por desgracia es mucho más. Para mi es increible cuando juegas con intensidad y detienes a un tio haciendo acopio de fuerzas, o cuando bloqueas un balón estirando tu mano en el último segundo, o cuando das un pase milimetrado en un contrataque y ves que va perfecto. Hay muchas sensaciones que me ha dado el balonmano, algunas malas, siempre las hay, como la frustración de ver que tu equipo a bajado los brazos, o de como en Granada en tu propia pista los arbitros te estan robando el partido; ha habido lesiones, muchas, por suerte solo de gravedad la vez que se me salió la mandíbula (aquella era mi 3ª vez) y cuando estuve jodio con las rodillas. Pero sobretodo ha habido alegrías como cuando ganamos el ascenso ante Cajasur de Cordoba, o cuando me llamaron al stage de la andaluza. Empecé a jugar al balonmano cuando tenía 7 años con mi primo Pablo, y mi primera vez en un equipo fue en el Juan Ramón Jimenez justo enfrente de Casería de Montijo, allí conocí gente con la que aun coincido, y descubrí muchas cosas que este deporte me podía dar, continue jugando hasta los 12, ya que una vez que pasé al instituto no encontré equipo con el que jugar de forma que pudiese ir a entrenar sin problemas. Es una cosa que luego he lamentado terriblemente, ya que perdí parte de los años más importantes en este deporte, pero volví ya en 3º de la ESO. Fue un año más de recuperar conceptos y volverte a familiarizar pero era bonito volver a tener un balón en la mano, y desde entonces ahí he seguido, dándome golpes, jugando en liga andaluza, pasando a Senior, etc. No soy ningún crack del balonmano, eso lo sé mejor que nadie, pero es posible que por ello me divierta más que cualquiera.

Siempre recordaré el partido al que fui sin dormir en Almeria, o mis tres goles contra La Cañada a un determinado portero, o el campo de Gab Jaen, el mejor para fintar, o mis dos goles calcados de contraataque a pase de Uxo. Son muchos y buenos recuerdos pero el que destaca son los miles de saltos hechos desde el extremo izquierdo. Mi posición no suele ser muy goleadora a no ser que se den unas condiciones, pero junto el pivote, es seguramente la más técnica. Debemos saltar con todo el espacio que podamos conseguir evaluando si será una buena decisión. La realización del lanzamiento es plástica y dinámica. Tenemos que tener todos los recursos que podamos ser capaces de controlar de cara a ganarle la partida al portero y gozamos como enanos cuando hacemos una plancha ^^. Lo que intento decir es que ese medio segundo en el que recibimos el balón en carrera, apoyamos nuestro pie izquierdo, contraemos nuestro gemelo, todo se vuelve a cámara lenta, aguantas el balón y la postura, equilibras tus hombros, vigilas cada movimiento del portero y poco a poco vas eligiendo cual es la mejor solución para anotar, lanzas donde crees y por último te deslizas sobre el parqué, es un medio segundo irrepetible, es Balonmano.

domingo, 26 de abril de 2009

Historia Interactiva (10)

(Foto en honor a Cierbecillou)
Bueno, pues así deprisa y corriendo otro capítulo en un margen de tiempo supercorto (hoy estoy muy orgulloso de mí ^^) 3 entradas en 5 días no está mal. La verdad es que creo que me gusta como ha quedao, digo que creo, porque aun me gustaría darle un par de repasos más y entonces ya estaré satisfecho. Es un capítulo bonito en lo que trata a mi parecer, y muestra algo más de todo lo que está pasando. Esta vez vuelvo a tener música así a la primera, y creo que entra bien sobretodo en la primera mitad. Es cierto que es un capítulo largo pero estaba enchufado y quieras que no es lógico que cada vez sean más larguillos.
Como es el número 10 os voy a volver a poner dos enlaces de descarga en pdf de la historia como hice en el 5. Uno con los capítulos del 6-10 y otro con los 10.
Los enlaces:
Historia Interactiva (6-10)
Historia Interactiva (1-10)
En fin espero que os guste y como siempre os pido opinión.
Un saludo
PD: Aquí teneis la música.



10ª Parte:
"¡La pierna derecha! ¡Sube el brazo!"
El, tras después de casi dos meses bien entrenado brazo izquierdo de Samantha, detuvo el avance de la patada circular alta de su adversario bloqueando la espinilla de este con el exterior de su antebrazo. El impacto había sido duro, pero ya había aprendido a equilibrar su cuerpo y a responder a las distintas coyunturas que acontecen durante la lucha. Su cuerpo ya no esperaba una orden del cerebro, no necesitaba comprender y razonar, ya sabía responder automáticamente a cualquier adversidad antes de que la propia Sam se diese cuenta de ello. Su cuerpo, después de siete semanas de dura instrucción, se estaba convirtiendo en un perfecto mecanismo de ingeniería, en una complejidad de engranajes adecuadamente combinados, en un reloj suizo que se movía por medio de sangre, músculos y huesos. En un principio, Sam pensó que ese entrenamiento y ese desarrollo no cuadraban con ella, pero poco a poco fue adaptándose y vio las ventajas que podía tener; no le gustaba el contenido violento y agresivo de aquella actividad, lo que le gustaba era poder controlar y comprender su propio cuerpo hasta extremos que nunca soñó que fuesen posibles de alcanzar. Ahora no dudaba, sabía hasta donde podía saltar, hasta donde podía escalar, cuanto peso era capaz de mover, cuan fuerte podía golpear, etc. Y el poder que te otorga el no dar cuartel a la duda es un poder demasiado grande como para cometer la hipocresía de negar que le gustara. Había conocido sus límites y ellos mismos le habían sorprendido. Ahora se descubría para ella una variante latente de una frase que siempre repetía su padre, "Todo hombre oculta más de lo que muestra", y era cierto por lo menos en este caso. Su cuerpo le hablaba sin tapujos y ella sabía escuchar, él le mostraba sus necesidades y ella las saciaba. Era un extraño vínculo entre dos conocidos que nunca se habían visto antes, una sociedad secreta de solo dos miembros que eran la misma persona, era al fin la dualidad del uno. Había dado más libertad a su parte animal, o quizá solo se la había dado a ella misma. Se había despojado de todo aquel barniz de incertidumbre que durante años le había hecho desechar cualquier acción que no se considerase propia de ella. Había roto las ligaduras que la mantenían sujeta al suelo, el único límite que ahora encontraba era el cielo, y ese cielo lo podía encontrar mirando hacía arriba, pero era capaz de alcanzarlo cuando, como en ese justo momento, daba medio paso hacia adelante con su pierna derecha, giraba ligeramente hacia afuera su codo izquierdo, apresaba la pierna del contrincante con su mano derecha y lo desequilibraba mediante un barrido circular inverso con su pierna izquierda. En ese justo momento una pequeña sociedad, un pequeño pacto formado por cuerpo y mente rozaba el cielo durante un instante.
Con todo ya a su favor, Sam solo tuvo que marcar el ataque en el rostro incrédulo de Hannah.
-Hace casi dos meses me teníais a vuestra merced en Toronto y si no llega a ser por Shane justamente tú me habrías acorralado. Pero ahora es todo lo contrario, soy yo quien te tiene a mi merced y acorralada ¿No te parece irónico Hannah? -Preguntó Sam con gesto triunfal- ¿Seguro qué fue buena idea que me enseñarais a defenderme?
-No juegues con tu suerte canadiense, aun estás de pie porque yo quiero.
-Demuéstramelo.
Sam casi no tuvo tiempo de terminar la frase, Hannah ya había lanzado la palma de su mano izquierda hacía el torso que se encontraba sobre ella. Sam con grandes reflejos desvió el ataque cruzando su brazo izquierdo a la vez que aprovechaba para asestar un golpe seco con su puño derecho. Ya se veía vencedora, pero Hannah no se rendiría fácilmente y lo demostraba poniendo en liza su potente rodilla. Era algo demasiado rápido para bloquearlo, así que lo único que pudo hacer Sam fue girar sobre su mano derecha para intentar atenuar el golpe con la musculatura de su hombro. El golpe fue seco y proyectado, tanto que Sam se vió obligada a rodar abandonando su posición dominante sobre Hannah. Ahora vendría el segundo asalto, el que no dependía del estilo si no de la resistencia y la ambición por ganar. Luchaban sin tapujos, empleando todo lo que conocían, sin contenerse pues la rival les obligaba a ello, liberadas de conceptos teóricos y de vanos combates de entrenamiento. En este si se jugaban algo, aún no sabían del todo el qué, pero habiendo probado el sabor de la victoria cualquier otro les sabría amargo y vacuo.
Eran dos leonas enzarzadas en luchas que nadie más entendía, en rugidos viscerales que destruían diques de adrenalina filtrándose por los recovecos de su ser y alimentando cada fibra de su musculatura, cada pequeña hebra de sus ligamentos. Con metafóricas y literales leónidas dentelladas el combate poco a poco se fue haciendo cada vez más lento pero más crítico, al igual que el colapso de una vieja estrella. Dos o tres puñetazos más y todos los presentes podrían ver una supernova.
-¿Qué pasa? ¿Ya no es tan fácil reírse de una persona indefensa? Cuando se equilibra la balanza no os veis tan jodidamente superiores ¿verdad? -Gritaba Sam proyectando toda la rabia acumulada desde que un extraño arquero la metiese en el asiento de atrás de un coche marrón hacia su contrincante en el tatami.
-Muy bien niñata, ¿quieres sentirte importante? ¿Quieres ser el centro de atención? Tú tranquila que voy a hacer que todos se fijen en ti.
El resto de los presentes comprobaban atónitos como un combate de entrenamiento se había convertido en una pelea de orgullo debido a las rencillas acumuladas, el exceso de adrenalina y la falta de autocontrol.
Todos miraban boquiabiertos excepto un hombre mayor, de barba cana y que se recogía el poco cabello que le quedaba en una coleta. Hank había decidido que su ejercicio había llegado ya a su fin consiguiendo su objetivo, era hora de intervenir, al fin y al cabo no quería provocar males mayores ni consecuencias irreparables. Así que cuando Sam amagó su golpeo con el brazo izquierdo pretendiendo dar ventaja a la penetración de su contundente puño derecho, y Hannah flexionaba las rodillas y descendía su centro de gravedad preparándose para asestar un gancho definitivo sobre el tronco de la canadiense, como de la nada, apareció Hank para estrellar su codo izquierdo en el pómulo de Sam y su rodilla derecha en el hombro de Hannah derribándolas y poniendo fin a aquella borrachera de violencia sin sentido y escasez de materia gris. Las dos leonas veían ahora como el viejo cazador les había ganado el asalto, y exhaustas dieron por finalizada toda demostración de orgullo.
-Bueno, pues esto es justamente lo que no quiero que hagáis -Exclamó Hank con su voz que sonaba a años de whisky y tabaco. Se giró hacia Hannah y Sam y con gesto cansado les dijo- Habéis sido tan estúpidas que perdisteis el contacto con vuestro entorno. Estabais tan preocupadas por resarciros de viejas rencillas que he podido acercarme y derribaros sin siquiera esforzarme, por dios, si ni siquiera me lo habéis puesto difícil.
Hannah y Sam, que todavía estaban recuperando el aliento, se miraron mutuamente ignorando las palabras de Hank, ahí había algo que aun debían solucionar. El veterano soldado dándose cuenta de lo que pasaba por la cabeza de ambas salió al paso de los pensamientos de las dos reclutas.
-Y ni se os ocurra volver a pensar en romperos las piernas la una a la otra, porque si no seré yo el que os meta un mes en la enfermería, ¿entendido? -Preguntó Hank con ademán tranquilo- No sé si os dais cuenta pero sois compañeras, vais a tener que confiarle vuestra espalda a la otra y si no tenéis a alguien que os la proteja puede que os ocurra lo mismo que ha ocurrido hace un minuto, un tercero en discordia puede destrozaros, con la única diferencia de que esto es un simple entrenamiento y allí no vais a tener un minuto de respiro -Fue dándose la vuelta lentamente mientras les aguantaba la mirada a ambas gladiadoras- Y a los demás, espero que hayáis aprendido algo de todo esto. Debéis estar concentrados en todo momento porque nunca sabréis si de repente os encontrareis en desventaja. Debéis de ser capaces de estar preparados para todo y evaluar correctamente la situación, por ello debéis dejar todo lo que no sea importante a un lado cuando estéis en mitad del combate ¿Alguna pregunta?
-Si, solo una -Exclamó Luke desde el final de la sala- sé que los informáticos debemos hacer también el entrenamiento básico por lo que pueda ocurrir. Pero ya que no es del todo necesario, ¿nos podría dar la alegría de echarles barro la próxima vez que se peleen?
-Aprecio su sentido del humor señor Harris, pero creo que no se reiría tanto si les diese la oportunidad de contestarle a cualquiera de ellas dos.
-Umm, no creas Hank seguro que podría sacar algo por lo que estar contento.
-Jejeje, muy bien, creo que ya es suficiente por hoy. -Dijo Hank mientras le echaba un vistazo al reloj- Id a vuestra habitación, daros una buena ducha y descansad porque mañana será...
-Esperad un segundo -La voz de Iker se elevó por encima de las demás. Él y Shane se encontraban en la puerta de entrada del dojo- tenemos que hablar un par de cosas con Hank y luego con vosotros.
Un ligero barullo se formó mientras Shane e Iker atravesaron la sala hasta reunirse con Hank.
-¿Qué ocurre chico? -Preguntó el veterano.
-Cooper nos ha metido un poco de prisa, tenemos que empezar a definir las secciones y como la mía es la que requiere la formación más específica, me ha sugerido que complete mi grupo ya -Respondió Shane algo tenso.
-¿Tienes ya decididos tus aspirantes? ¿Corresponden con lo que teníamos pensado?
-Si casi todos, como siempre no te equivocas, pero antes quería preguntarte algo.
-Lo que sea cachorro.
-Hemos observado a Sam, y en como se ha dejado llevar en la pelea con Hannah ¿Estás seguro que es la persona adecuada? No quiero que cuando llegue el momento alguien pierda el control.
-Shane, la hemos raptado, la hemos acogotado. Ella y Luke son seguramente los que más descolocados se encuentran, con la diferencia de que el americano lo soluciona todo con bromas. Es sin duda la persona que más tensión ha soportado aquí. Es lógico que algún día de estos estallara por todo lo que ha pasado. Lo que me sorprende es que haya tardado tanto. -Comentó Hank con los brazos en jarras- Tiene temple, mucho además, y sabes mejor que yo que es una cualidad que se necesita. Es aún un diamante sin pulir, pero puedes sacar un verdadero valor en alza de ella ¿Y tú Iker, también empezáis la formación?
-No, aún no. Posiblemente la semana que viene. Solo necesito a uno de ellos y todavía puedo observarlos un tiempo más.
-Ok. Bueno, ¿quién de los dos se lo dice?- Les preguntó Hank a los dos jóvenes.
-Yo mismo -Exclamó Iker que con paso constante se dirigió a los reclutas- Buenos tardes a todos. Ya hace casi dos meses desde que empezamos a convivir todos juntos en estas instalaciones y fuisteis puestos al corriente de lo que aquí hacíamos. Hoy os voy a dar algo más de información y a explicaros porque os queremos a algunos de vosotros. El nombre extraoficial de este complejo es "Bastión VII" y así es como se nos conoce a los que estamos aquí. No os voy a explicar porque se nos llama así, tampoco tiene mucho sentido, pero si os voy a decir que en los sucesivos días se os va a ir seleccionando y situando en la jerarquía de las distintas secciones de Bastión VII. Por eso estamos hoy aquí Shane y yo. Supongo que algunos ya os habréis dado cuenta de que Shane no pertenece al grupo normal de infantería.
-Si, no es muy normal ver a un tío con un arco paseando -Exclamó Karen entre las risas de los demás.
-Jejeje, no desde luego, aunque tú si sabes a que me refiero Karen. Shane dirige a los tiradores tácticos.
-¿Tiradores... qué? -Preguntó Sam.
-Francotiradores Sam -Contestó Terry a su lado.
-Exacto señor Milton -anotó Hank- y es tremendamente bueno, pero tiene dos vacantes en su grupo y dos de vosotros vais a cubrirlas.
El murmullo se hizo generalizado.
-Bueno, si hay que disparar desde lejos y no hay peligro de tener las balas pegadas al culo, cuenta conmigo -Exclamó Anthony riéndose.
-Puestos a estar a distancia os ganamos los informáticos -declaró Luke.
-Un momento por favor -Pidió Iker haciendo gestos de que se calmaran- Vamos a hacerles las pruebas a tres de vosotros que son Terry, Sam y Viktor.
Sam miró a Terry que perplejo le devolvía la mirada. La joven no podía decir que le sorprendiese, al fin y al cabo en su interior se lo había estado imaginando desde el principio. Fue entonces Viktor el primero en preguntar con su marcado acento ruso.
-¿Y cuando serán las pruebas?
-Ahora mismo -Contestó Shane desde el final- Demostradme de que estáis hechos.

sábado, 25 de abril de 2009

Más de 30 años de conflicto Saharaui

El Sáhara Occidental es uno de los 16 territorios no autónomos bajo la supervisión del comité de descolonización de las Naciones Unidas con el fin de hacer desaparecer el colonialismo. Su proceso de descolonización se trunco en 1976 cuando España (hasta ese momento la potencia colonial del territorio) abandonó el Sáhara en manos de Marruecos y Mauritania según lo dispuesto en los Acuerdos de Madrid. Actualmente su superficie se encuentra casi en su totalidad ocupada por Marruecos, a excepción del espacio controlado por el Frente Polisario que reclama la soberanía y la autonomía sobre el Sáhara Occidental como República Árabe Saharaui Democrática desde 1976.
Actualmente Marruecos reclama su soberanía, cosa no reconocida por el consejo de seguridad de Naciones Unidas y como es lógico rechazada por el Frente Polisario. A la República Árabe Saharaui Democrática la reconocen la Liga Africana y 46 países del mundo, en su mayoría africanos y latinoamericanos, ningún país europeo. Es más de los países "ricos" del mundo solo lo reconoce Sudáfrica por una promesa personal que Nelson Mandela hizo cuando ambos se encontraban luchando en sus respectivos paises. En la actualidad el Sáhara Occidental se encuentra dividido por un muro (de la vergüenza) de más de 2000 km. que separa la región marroquí de la saharaui.
Ocupado por España desde 1934, fue abandonada y delegada su administración en Marruecos y Mauritania en 1976 después de que Marruecos aprovechara la coyuntura política española de 1975 con la muerte de Franco para realizar una colonización pseudo-pacífica en lo que se denominó la Marcha Verde (350.000 ciudadanos y 20.000 soldados entraron por la frontera intentando ocupar el territorio, muy al modo del comienzo del conflicto israelí, ya que eran ciudadanos no autoctonos con costumbres muy diferentes a los habitantes de allí).
Con la marcha de España el Frente Polisario reclamó su independencia y comenzó una guerra de liberación del territorio frente a Marruecos y Mauritania. En 1979 Mauritania firmó la paz debido a las continuas derrotas frente al pueblo saharaui, mientras que Marruecos materializó la ocupación de los territorios del norte y parte de los territorios antes ocupados por Mauritania gracias al apoyo económico de Estados Unidos.
En 1991 Marruecos y el Frente Polisario firman un alto el fuego auspiciado por la ONU y con la intervención de esta, acuerdan llevar a cabo un referendum en 1992. Este referendum no se llevo a cabo debido a que Marruecos la atrasó con distintas apelaciones. Lo cual hizó que el Frente Polisario acusara a Marruecos de apelar para intentar conseguir que la población marroquí (ya mayoría en la zona) tuviese derecho a voto. Ya en 2000 se terminaron las listas definitivas de votantes para el Sáhara, pero se presentaron 140.000 apelaciones lo que provoco que se volviese a estancar el proceso. Así que la ONU mostró un plan aparte en el cual se le concedía la soberanía de su territorio al pueblo saharaui y a Marruecos la zona ocupada. Pero fue rechazado por Marruecos. Más tarde Marruecos propuso en su lugar conceder al Sahara Occidental una amplia autonomía bajo su soberanía (cuyas condiciones no han sido todavía concretadas) y la creación de CORCAS (Consejo Real para los Asuntos del Sahara) compuesta por miembros de distintos clanes y tribus saharauis designados por el rey de Marruecos, pero esta solución fue rechazada por el Frente Polisario.
Sahara Occidental cuenta con pocos recursos naturales y no posee suficientes precipitaciones como para abastecer la mayoría de las actividades agrícolas. Su economía se centra en el pastoreo nómada, la pesca y la extracción de fosfatos, de los que constituye el mayor yacimiento del mundo y posiblemente la valía estratégica y comercial de este desierto (más información aquí). La mayoría de los alimentos para la población urbana deben ser importada. Todo el comercio y otras actividades económicas son controladas por el gobierno de Marruecos. Los ingresos y estándares de vida se encuentran sustancialmente por debajo de los de Marruecos.
La población saharaui originaria (alrededor de 155.000) se halla refugiada en campamentos en Tinduf desde 1975 con el mayor problema de no tener ciudadanía reconocida actualmente, por lo que no pueden moverse del campamento de refugiados.
Por todo ello y esperando que comprendais la situación actual os invito a firmar en la página de la iniciativa:
TodosConElSahara
Y si podeis difundir la realidad.
Os recomiendo encarecidamente que veais los videos que hay en la página

jueves, 23 de abril de 2009

Historia Interactiva (9)

Bueno, por fin lo hice, volver a escribir, o más bien mostrar lo que he escrito. La razón de mi tardanza aunque pueda parecer una escusa (y quizá en parte lo és) es que en unas semanas he estado con vosotros, he vuelto a Barcelona como múchos sabeis para que me dieran la buena noticia con respecto al tema de los ojos y a parte he estado bastante cargado de trabajos estás últimas semanas, así que con ello intentaré que no vuelva a repetirse y volver a escribir más a menudo ^^, bueno como último apunte decir que me encantó teneros aquí todos estos días y que fue una semana genial :D. En fín, aquí teneis la novena entrega de la historia interactiva. En ella se da a conocer algo del pasado de uno de los personajes. Personalmente es uno de los que más me gusta, pero también es cierto que es uno de los que más me cuesta delimitar y describir, es un personaje complejo y en partes ilógico, pero en fin espero que os guste, y como siempre os pidó que opineis, a ver si superamos los 10 comentarios del último tema xD. Bueno sin más ni más un abrazo a todos y que lo disfruteis.
Está es la canción que he elegido para este capítulo que hacía mucho que no elegía ninguna


9ª Parte:
Se mira los zapatos. Le encanta como brilla el charol rojo, casi puede ver su reflejo en ellos. Sonriente salta y baila al ritmo de música francesa de acordeón. Levanta la cabeza y observa a su hermana que desde el marco de la puerta la mira con una ceja levantada y volviendo los ojos. Ella le saca la lengua y continúa bailando. No comprende que le ha pasado a su hermana, antes si se hubiese unido al baile. Un día le preguntó a su madre y le dijo que su hermana se estaba haciendo mayor. "Tu hermana es cada vez más grande, y tiene que comportarse como alguien mayor". ¿Acaso crecer era convertirse en un estúpido? ¿Entonces, que tiene de bueno crecer? "Algún día lo entenderás hija mía". Su madre acerca los labios a su frente y puede notar durante una décima de segundo sus suaves labios mientras se ve embargada por el olor de su mamá. Un escalofrío recorre todo su cuerpo, se siente segura, feliz, tranquila.
Sigue bailando en el salón, sigue la música de acordeón que ha marcado su infancia, le recuerda a su viaje a París el verano anterior, pero sobretodo le hace acordarse de su padre, él disfrutaba tanto con ella. La relación con su padre siempre fue distinta a la que tenía su hermana con él. Su hermana era la primogénita y por ello estaba atada a una serie de obligaciones y deberes que su padre se encargaba de enseñarle con sumo detalle, en cambio, al ser ella la pequeña, su padre se veía libre de la carga de instruirla y por ello actuaba con mucha más naturalidad y era más cariñoso. Podríamos decir que con ella su padre podía comportarse tal y como él deseaba. No era justo, ella lo sabía, pero su hermana se alimentaba de otros sentimientos paternos. Su hermana prefería reconocimiento, confianza y los planes con vistas al futuro.Ella no cambiaba por nada el cariño, los cuentos y los juegos con él.
De tanto dar vueltas empieza a marearse y finalmente se desploma encima del sillón riéndose de forma descontrolada. Recoge tambaleante el coletero que se le ha caído con sus diminutas manos, se arregla el pelo y es entonces cuando oye la cerradura que anuncia la llegada de su padre.
Sonriente se dirige corriendo a la entrada de la casa provocando el caos a su paso, roza una lámpara de pie con tulipa de papel, esta se tambalea pero pronto vuelve a su estatismo, lo cual no evita que su madre le dé un aviso desde el pasillo. Con el corazón acelerado y resoplando ligeramente se queda enfrente de la puerta esperando. La espera se acaba y su padre entra en el hogar, la observa con ojos cariñosos y no puede evitar sonreír viéndola formar delante de él con una coleta más alta que la otra. "Hola mi cielo". Es la señal, ya tiene permiso para tirarse encima de él. El padre toma en brazos a su hija, la abraza y besa, y aún sin dejarla en el suelo saluda a su primogénita de una forma mucho más formal. "Buenos días hija". "Buenos días padre". "Hoy tenemos un invitado, avisa a tu madre y organiza todo lo necesario para que se sienta cómodo". "Si padre".

Ella asiste perpleja a la escena el tiempo justo hasta que una pequeña luz se enciende en su cabeza. "Hay un invitado". Como un neón en su cabeza, un invitado, un visitante, otra persona en el mismo techo. Su curiosidad como la de cualquier niño de su edad le impulsa para mirar por encima del hombro de su padre. Antes de que pueda divisar a nadie aparece una mano, y sujeta por ella una piruleta roja. Sus ojos golosos se abren, una sonrisa se le forma con rapidez y antes de reparar en ello sus manos ya se han lanzado en pos del preciado objeto. Nada más agarrar la golosina ve a su Mecenas, un joven que ha visitado varias veces su casa, lo conoce, sabe que trabaja con su padre y siempre tiene un detalle con ella.
Es curioso, en aquellos años era una de las personas que más feliz le hacía cuando aparecía de visita, ahora en cambio no dejaba de ser "Él", "el traidor", el objeto de toda su rabia, el de sus planes homicidas.
La situación se vuelve extraña, la niña que vive la estampa está tremendamente feliz, en cambio la adulta que la está recordando sufre una sobredosis de adrenalina, su corazón bombea con fuerza, su respiración se vuelve agresiva, su mandíbula se contrae con fuerza, su frente está sudorando y finalmente y sin remisión se despierta.
Con un rápido movimiento se ha incorporado con los ojos muy abiertos, el pelo pegado en su frente sudada y apuñalando a una víctima no existente con un puñal fuertemente sujeto por su mano izquierda. Tras un par de respiraciones Mikumo comprende su situación real, mira el puñal, lo mete en la funda del muslo, apoya su cabeza en sus rodillas flexionadas y con los ojos cerrados cabecea negando levemente.
Mikumo en seguida abre los ojos y observa la superficie del tejado del edificio de arquitectura toscana en el que está sentada justo bajo la bóveda del complejo en el que lleva viviendo durante las últimas semanas. El sol lucía radiante en aquella tarde de mediados de Diciembre. Habían tenido unos cuantos días de nubes, pero se agradecía la luz solar aunque fuese a través de una superficie translúcida. Las temperaturas eran demasiado extremas en el exterior, tanto que podían variar muchos grados en el transcurso de un solo día y notar la suave caricia del astro rey siempre ayuda.
Ya hacía mes y medio que todos estaban en aquella fortaleza, mes y medio de instrucción extrema. Ya conocía a todo el mundo y no tenía problema en aceptar las habilidades de cada uno, pero no tenía demasiado interés en mejorar sus relaciones sociales, todo lo contrario, ella solo había entrado a formar parte de la nómina por un determinado objetivo y después de un mes y medio aún no tenía la menor noticia de aquello que había venido a buscar. Y eso empezaba a impacientarla y provocaba que se encontrase incómoda.

De repente algo había llamado su atención, un sonido desde el saliente más alejado del tejado. Dos manos aparecieron colgándose entre las tejas, a las que le siguieron dos brazos, un tronco y dos piernas. Un joven de piel morena y pelo recogido en una coleta se aupó hasta el nivel en el que se encontraba Mikumo y la saludó sonriendo.
-¿Qué haces aquí arriba?
-Ummm no sé... Estaba pensando en saltar desde este tejado. Con una cuerda elástica debe ser muy divertido ¿Crees que tendremos alguna de ellas? -Contesto Mikumo con ojos de maniaca y una sonrisa de oreja a oreja- Seguro que tienen alguna, siempre tienen de todo. Jijiji.
-Jajaja desde luego eso me gustaría verlo -Dijo el joven sin parar de reír y gesto de incredulidad.
-O si no una carrera por los tejados. Si, si, si, eso sería divertido. Muy divertido ¿No te parecería divertido Iván? Seguro que lo sería -Seguía la joven con gran teatralidad hablando consigo misma divertida.
-Jejeje, si claro por supuesto, debe ser emocionante al menos.
-Si, si, si -Repetía Mikumo con una inalterable sonrisa como si volviese a ser la niña de zapatos de charol rojo.

-Por cierto, vi tu exhibición con los cuchillos. Fue muy ilustrativo.

-Si, los cuchillos también son muy divertidos, podrías cortar un fémur rápidamente si sabes como, aunque lo peor es siempre la sangre. Mi madre siempre me decía que no me manchara, así que siempre intento llevar un impermeable...
-Si claro, supongo que son las preocupaciones de los de infantería, nosotros los de transporte nos preocupamos más por no estrellarnos ni quedarnos sin combustible.
-...mi madre siempre llegaba y decía muy seriota "Mikumo para cortar a alguien es mejor meterlo en la ducha y ponerte un impermeable, así todo se mancha menos". Aunque no sé que diría sobre estrellarse. Para eso no vale un impermeable jejeje -Siguió diciendo de forma alocada como en los últimos años.
-Esto... si supongo que para eso no vale un impermeable -Contestó Iván esbozando una media sonrisa circunspecta- Pero quería preguntarte si podrías ayudarme con el manejo del puñal. Desde luego estas semanas he visto que no es lo mío, y en cambio para ti es como una extensión de tu brazo.
-Jijiji claro claro, yo te enseño, porque el puñal es muy divertido. Pero deberían tener conejos o perdices para entrenar, porque es más divertido darle a algo que de verdad se mueve y no solo a esas dianas -Comentó de nuevo Mikumo intentando añadirle más teatralidad a la situación y a su forma de gesticular casi de infante enfurruñado.
A veces ella misma se preguntaba porque seguía ocultándose tras esa máscara infantil. Todo comenzó hace años en uno de sus primeros encargos. Ya había ejecutado a su objetivo, pero por desgracia tres compañeros de él la descubrieron cubierta de sangre en el lugar del crimen. Fue un acto reflejo, se hizo pasar por una niña lunática e infantiloide, casi se podía decir que era una maníaca. Solo necesitó eso, los tres descubridores bajaron la guardia al creerse superiores a la niña que tenían enfrente, para pocos segundos después caer los tres abatidos a manos de la floreciente habilidad para matar de Mikumo.
Después de eso todo había seguido por ese camino. En más de una noche solitaria había intentado racionalizar su comportamiento y después de millones de charlas con la pequeña Mikumo y otras tantas con la adulta, había llegado a la conclusión que era una manera de protegerse a si misma. Era un comportamiento que le aislaba de lo que en realidad estaba haciendo, era como ver la escena desde una marquesina a cientos de metros. Y siempre lo prefería.

-Además no lo digas por ahí, pero escuché a Katrina algo de movilizarnos. No sé a que se refería, pero desde luego se refiere a ponernos en activo para lo que sea que nos necesiten -Explicó Iván que había continuado hablando mientras ella se enfrentaba a su protección de la realidad.
Poco a poco fue asimilando las palabras. Mikumo sabía que significaba, significaba un paso más cerca de su objetivo, significaba hacerle un favor a esta gente para que luego ellos le hiciesen un favor a ella, significaba ser libre del peso que cargaba desde su infancia, significaba verle muerto. Su rostro se tornó serio, demasiado para alguien que se esconde tras una mascara. Rápidamente recuperó el control y se dirigió a Iván, que la miraba un poco extrañado de tanta seriedad.
-Jijiji, si, movilización. Jijiji, así podré lanzar los puñales a otra cosa que no sean dianas jijiji. -"Hasta que solo me quede un cuchillo que lanzar".