miércoles, 28 de abril de 2010

Grandes escenas del cine (II)

Siguiendo con la dinámica de traer grandes escenas del cine que me han marcado, hoy os presento 3 nuevos trocitos que quitan el hipo y se te quedan grabados a fuego en la memoria.
1-"Tu no puedes encajar la verdad": En una película (Algunos hombres buenos) que estaba sirviendo para asentar la carrera profesional de Tom Cruise por el gran papel que estaba haciendo, se descubre el gran Jack Nicholson para interpretar a un Coronel de los marines puro, con una escena sublime en la que Cruise presiona haciendo que el pescado se muerda la cola y Nicholson responde con garra y furia como pocos actores han sabido hacerlo. Inimitable:


2-"Hola, me llamo Iñigo Montoya...": Segundo escenón del día, perteneciente a "La Princesa Prometida". Esta película significo mucho para mi, porque era la favorita de mi hermana, así que le tengo mucho cariño de haberla visto mil veces en el salón con mi hermana de pequeñito. Pero sobretodo me gustaba el personaje de Iñigo Montoya, ese espadachín que no fallaba, que era temible y en esta escena demuestra lo que es el espíritu de no rendirse nunca, aparte de que ya a nivel Freak, la frasecita la recuerdas el resto de tu vida. Hola, me llamo Litos...


3-"Es un rollo de supervivencia, ¿sabes?": Esta escena de "Love Actually" no se entiende si no sabes antes que Mark se comportaba muy cortante y muy desagradable con Juliet. Es una de mis escenas preferidas del cine en general, es detallista, minimalista y se levanta sobre 4 elementos dejados al espectador. La última frase me parece sublime y la inclusión del tema "Here With Me" de Dido le da otro aliciente más a la escena con Mark dudando entre irse o quedarse.



EDITO:
http://www.youtube.com/watch?v=eEMZbu1YQV0
(Pongo el enlace, porque no me deja insertarlo)

Espero que los regalitos de hoy os hayan gustado, seguiremos colocando más escenitas dignas de verse jejeje. Un saludo a todos.

martes, 13 de abril de 2010

En honor a lo que sale de dentro

Hace un tiempo escribí un aporte llamado "A veces hay que volver a escribir" que fue gratamente bastante aplaudido por la gente que lo leyó, creo sinceramente que porque era algo escrito desde las mismisimas entrañas de mi persona, porque salió natural y de una forma pasmosamente fácil cuando me puse a escribir.
Pero esta vez me toca a mi aplaudir a otro texto nacido en el torrente de realidades plasmadas en un papel por parte de una gran amiga a la que la gran mayoría conoceis. Debo aplaudirlo porque me parece un texto que hace referencia de forma magistral a la realidad y a como enfrentarse a ella, como evolucionar y como alimentarse de la experiencia.
Por todo ello os lo reproduzco aquí y os pongo un enlace a su blog, que seguramente será de obligada visita en mas de una ocasión.
El blog es:
http://amoksindrome.blogspot.com/
En fin, gracias Irene porque al fin y al cabo K1 es K1.

PD: Irene no es por decirlo pero con los años que tiene la foto yo creo que los dos hemos ganado como el buen vino xD. Por cierto alguna vez saldremos tu y yo juntos sin hacer el tonto en alguna? Besos guapa

K1 es K1 (Ca uno es Ca uno)
Y con el tiempo uno aprende la sutil diferencia entre estudiar una carrera y llevarla a la práctica, entre quedarse en un lugar o salir y ver otra realidad, entre disfrutar de tu gente o depender de ella, entre pasar de tus miedos o enfrentarte a ellos, entre olvidar los errores o admitirlos y superarlos...

A veces hay que reaccionar en el momento, improvisar sobre la marcha y arriesgarse.

A veces criticamos conductas que luego sin darnos cuenta terminamos haciendo nosotros, y dejar pasar conversaciones pendientes es el mayor error que podemos cometer, así como darle demasiada importancia a todo lo que ocurre. Las personas no van a estar siempre ahí para nosotros, inamovibles hasta que decidamos dar el paso porque para cuando queramos decir algo, ya no tendrá mucho sentido y seguramente habremos perdido la oportunidad idónea.

Porque nada es como lo pintan, porque se opina sin saber, porque somos prejuiciosos por vicio, porque no toleramos ideas diferentes a pesar de creernos unas "mentes abiertas"(tururú), porque si no le preguntas a esa persona no sabes lo que le ocurre en verdad y recurrimos a opiniones de terceros. Porque nos gustan demasiado los rumores y cotilleos y los permitimos.

Porque somos egoístas y es más fácil sentir pena de nosotros mismos que alegrarse por los pequeños logros de los demás. Porque no es lo mismo enseñar siendo el "ejemplo" aunque no sea tan bueno como el que podemos aparentar un rato. Porque cualquiera puede sorprendernos y darnos una lección...

Pero todos llegaremos a nuestras propias conclusiones porque sobre todo, k1 es k1.

PD: Gracias, lo siento, te quiero y te echaré de menos (pero al fin y al cabo, sólo son palabras).

sábado, 10 de abril de 2010

Grandes escenas del cine (I)

Bueno hoy voy a comenzar el desarrollo de una nueva sección en este mi blog. Se va a llamar "Grandes escenas del cine". Todos los que me conoceis sabeis de mi fiebre cinéfila y por ello voy a mostraros algunas escenas que han tenido repercusión o han influido de alguna manera en mi vida. Hoy para empezar os dejo con 2 clásicos y una escena algo menos conocida.
1º Discurso de William Wallace a los escoceses: Creo que poco más hay que añadir a esta escena. Es que los discursos motivacionales me gustan demasiado y al final me pierdo.


2º"Me llamo Máximo Decimo Meridio...": Otra escena de la que creo que no debo añadir nada, salvo quizá el puntito de enfasis que le pone (el doblador en el caso de la versión española) al decir "padre de un hijo asesinado..." marcando el peso de las palabras y lo visceral del momento.


3º"Ahora sé porque lucho...": Escenón de "Cinderella Man" donde Ron Howard capta perfectamente el instante en el que el verdadero James J. Braddock comprendió porque luchaba en realidad al casi ser derribado por un directo de Art Lasky. Vió que no luchaba por fama, ni por el reconocimiento, ni siquiera por un título de campeón, si no simplemente por leche y pan. Lo mejor, el detallito de la sonrisa después de encajar el golpe.