sábado, 22 de noviembre de 2014

El jugo de la vida


No vivas ni un minuto de tu vida con incertidumbre, porque no servirá de nada. Disfruta cada momento, saboreando tanto los aciertos como las equivocaciones, te harán crecer y pasado el tiempo recordarás ambos con renovada ternura. Sólo espero poder verte vivir la vida con valentía y con una cierta inocencia, con ganas de conocer el mundo que te rodea y portando la curiosidad como la bandera del barco pirata con el que navegas por tus sueños. Que tus ojos vean más allá que los ojos de los demás, pero no por ello abraces la soberbia, porque los seres humanos que hacen de la humildad una cualidad, son los que realmente se acaban ganando el respeto de los demás. También quiero que sepas que la sonrisa puede ser un arma muy poderosa, no para utilizar contra aquellos que quieran arrodillarte, si no para arrodillar a tus propios demonios, amaestrándolos y poniéndolos a tu servicio cuando sientas que necesitas algo más de energía. Vive con valentía, ningún error que puedas cometer será peor que tener un "...y si..." alojado en tu espíritu durante semanas, meses o quizás toda tu vida. Ten respeto, nunca miedo, porque el miedo solo paraliza y te hará ser irracional; el respeto en cambio, te mostrará el siguiente paso para comprender que es aquello que te amenazaba y el entendimiento de lo que hay a tu alrededor puede convertir sombras chinescas de dragones, en pequeños ratones aterrados escondidos a la luz de una bombilla.
Oteo el horizonte desde un risco en mis sueños y tú estás a mi lado viendo lo mismo que yo, tu cabello danza con el viento un alocado baile que ni el más esquizoide de todos los músicos podría reflejar en una partitura. Tus ojos retan al sol a ver quien de los dos puede brillar más y el sol como respuesta huye avergonzado y enrojecido unos minutos antes del ocaso. Veo entonces que sonríes y un destello familiar viene a mi cabeza, esa media sonrisa es demasiado entera y demasiado particular como para que yo pueda evitar sonreír al mismo tiempo. Te hice una promesa hace algún tiempo y no pienso incumplirla mientras me queden fuerzas, ya descubrirás lo cabezota que puedo llegar a ser, te lo advierto, es una cosa de familia y hay veces que no se puede luchar contra los genes. Me gustaría que llegues a comprender que la tenacidad bien entendida es una gran cualidad, y que apretar los dientes contra viento y marea para al final conseguir tus objetivos puede ser adictivo, tanto, que puedes llegar a convertirte en una amante de las causas perdidas.
Aún pasará un tiempo para que comprendas todo lo que he querido decirte en estas lineas, pero no te preocupes, intentaré ir mostrándotelo cada vez que tenga oportunidad, ya te he dicho que puedo ser muy cabezota. Y a pesar de que cada vez que pienso en ti la nostalgia y el amor me atraviesen por cada lado, como si de dos estoques se tratasen, será la primera vez que no tomaré represalia alguna a ese ataque indiscriminado, todo lo contrario, jugaré al mismo juego fraticida que tú, sin siquiera saberlo, has perfeccionado. Buscaré cubrirte de sonrisas, compartir grandes experiencias y transmitirte mis consejos algo devaluados, para que así cuando yo me aleje, sufras ese ataque sorpresivo y notes que el amor y la añoranza te han atravesado. Pero recuerda, tienes que seguir siendo fuerte, tienes que seguir aferrándote a la vida como hasta ahora lo has hecho, con manos, boca y dientes, porque exprimirla es la única forma de sacarle todo el jugo, toda la simiente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"el entendimiento de lo que hay a tu alrededor puede convertir sombras chinescas de dragones, en pequeños ratones aterrados escondidos a la luz de una bombilla."

Eres genial. Y el mejor tío del mundo en todas sus acepciones seguro que también :)

Besitos bonico :*

litospk dijo...

Jajajaja, muchas gracias niña aunque creo yo que aún me queda muy lejos el título de mejor tío del mundo y la genialidad ni te cuento jajajaja

De todas formas gracias por leerlo, siempre se agradece ver que tus palabras las lee alguien y que has conseguido transmitirles algo