jueves, 13 de noviembre de 2008

Viaje a Estocolmo (Suecia)

Como diría el gran Bugs Bunny "¿Qué hay de nuevo viejo?". Pues lo nuevo no es ni mas ni menos que el relato de nuestro último desplazamiento. En este caso cambiamos el arcén alemán por uno sueco.Nuestro viaje comienza en una típica tarde de Noviembre en la Hauptbahnhof de Braunschweig. Nos disponiamos a partir en IC a las 8 de la tarde Elena, María, Sebas y yo. El viaje de ida se desarrollo sin inconvenientes y pudimos llegar al aeropuerto Schönefeld de Berlin sanos y salvos. Allí comimos y nos preparamos para lo que iba a ser una larga noche de espera. Yo por mi parte me vi dos peliculas en mi nuevo Mp4 (que no hay que decirlo, pero es la bomba jejeje), escuche musica y le di palique a María, mientras Elena y (sobretodo) Sebas dormian.Ya a las 6 de la mañana (o por ahí) apareció Lidia, que es una amiga de María (ambas se parecen y se diferencian en tantas cosas que son como dos huracanes chocando, pero que siempre te hacen la vida agradable), y que venía acompañada de tres amigas más Oanna (una increible chica rumana que aprendía español tal cual lo iba hablando) , Ana (una encantadora chica francesa de madre española que hablaba español mejor que nosotros) y ¿Luisa? (siento no recordarlo pero solo la vi dos veces y cruce pocas más palabras con ella que un simple hola). La verdad es que me alegro de haber coincidido con ellas 3, porque más tarde coincidiriamos con ellas y pasariamos bastante (y sobretodo buen) tiempo con ellas. Ya sabes Lidia, anecdotario al canto.
En fín después de comprobar que en el Avión solo ibamos españoles y que este no se iba a llenar, me acomode apropiandome una fila entera de asientos y dormí la hora y poco que duraba el trayecto. Llegamos a Estocolmo, cambiamos nuestros euros por coronas suecas (1 euro=10 kronnen) y compramos el billete de ida y vuelta para el autobus a Estocolmo. Allí volví a dormir, hasta que Sebas me despertó meneandome para que pudiese disfrutar del espectáculo que era la ciudad de Estocolmo. Señores, no exagero, es preciosa, y a pesar del frío y del cielo encapotado cada rincón tenía algo bonito. Allí estaba Estocolmo bañada por el río y con múltiples islas entre sus dos confrontadas orillas.
Despúes de observar todo esto, nos despedimos de la gente que nos acompañaba desde Berlín y fuimos andando hasta el primer hostal, que se encontraba en la isla de Langhôlmen, el cual había sido antaño una cárcel que portaba el mismo nombre que la isla. La verdad es que era un sitio muy bonito, todo estaba medido para seguir escenificando una carcel, como si de un parque temático se tratara, y además contabamos con tele de plasma en la habitación xDDD. Nos acomodamos en nuestra habitación de 3 personas en la que habiamos metido uno de tapaillo y nos quedamos sobados durante mas de 2 horas. Más tarde fuimos al centro en metro y Oh nuestra sorpresa, el viaje costaba ¡3 Euros! Aunque poco despúes pasamos a desarrollar estrategias para colarnos.





El centro la verdad precioso, estuvimos en el Old Town, que es el lugar donde se asienta el palacio real (monarquía omnipresente en la ciudad) y no nos decepciono. Las intrincadas calles te hacían disfrutar de cada segundo que pasabas allí. Lleno de bares y pubs, la amalgama estética era cuanto menos impresionante. Volvimos a cruzar otro puente para dirigirnos ahora al centro de la ciudad, donde vimos una pista de hielo gratuita en la que tiempo después patinariamos solo en zapatillas, y siguiendo el paseo me prohibieron la entrada a una pizzeria por llevar zapatillas (a no ser que fuera solo a comer), que la verdad no sé que concepto tienen los suecos de las pizzerias; tal vez vieron demasiadas películas de "El Padrino", en fin. Vimos algo más el centro y luego coincidimos con unos simpáticos jovenes protestantes que nos dieron un creppe gratis (eso si es publicidad efectiva por parte de la iglesia jejejej). s tarde volvimos sobre nuestros pasos hasta el Old Town, donde tomamos un pastel de chocolate buenisimo en una cafeteria regentada y frecuentada por gays (no se como lo hacemos pero siempre acabamos igual xD) justo al lado del museo Nobel. Ya derrengados decidimos volver a "La Carcel".









Tras una noche en que el pobre Sebas pasó frio porque yo le robé la manta, recogimos nuestras cosas y nos dirigimos a nuestro segundo hostal (es que no podiamos contratar las cosas seguidas), que se encontraba en el otro lado de la ciudad, pero sin problema para nuestras valerosas piernas, se coge el metro y punto. Allí que nos plantamos, elegimos cada uno una litera, dejamos nuestros bartulos y nos lanzamos hacia el centro en busca de lugares que inmortalizar en la cámara de fotos y en nuestra memoria. Vimos varias iglesias (protestantes sobretodo) y más tarde visitamos el museo Vasa, donde me dormí viendo una pequeña película sobre el Vasa. Pero da lo mismo pq no lo necesite para enterarme de todo. El Vasa era un barco Sueco que en 1629 se hundio nada mas salir de la bocana del puerto (que pa tontos los suecos), y en el cual murieron unas 50 personas. Pues bien el gobierno sueco lo saco del fondo del río hace unos años y lo coloco en medio del museo, que podeis pensar que era un barcho chiquitín, pues no, mira tu por donde, era un pedazo de barco que ya lo hubiesen querido los de Piratas del Caribe (más de 20 metros de eslora seguro).

Tras esto, volvimos al hotel, nos aseamos y conocimos a otra parte de la partida de españoles que había allí y como ya le dije a María coincidí con un sectario, siiiii malditos seais, no me libro de vosotros ni en Suecia. Con ellos, Lidia y Oanna, salimos a la noche ¿Estocolmesa?¿Estocolmeña? En fin que nos fuimos de fiesta. Estuvimos en un pub y luego dirigieron sus pasos a una discoteca nórdica (toma ya, asi queda mejor), digo dirigieron porque yo me recogí al empezar a sufrir un dolor de cabeza de esos en los que te planteas si el suicidio será tan malo. Pues eso que se fueron de fiesta por ahí, y no comentaré el precio de la entrada porque me parece que eso lo deben decir ellos si se atreven jejejeje.
Al día siguiente, ya último día para nosotros, nos colamos en el buffet del desayuno, recogimos nuestras cosas y les pedimos al hotel que nos las guardase hasta la noche. María y Lidia habían quedado para comer en un buffet (más tarde supimos que carne de Reno) con una amiga común sueca llamada Nell (la cual hablaba perfectamente español, porque todo dios lo habla y yo no lo consigo con el alemán?), que más tarde conoceriamos y con quien compartiriamos un rato de charla. Con lo caro que estaba el billete de metro, solo María, Lidia, Oanna y Ana fueron a comer con Nell, mientras Elena, Sebas y yo, nos pateabamos la ciudad y descubriamos nuevos rincones de esta bella ciudad (donde todo es de IKEA, creo que hasta el metro) mientras nos encaminabamos al lugar donde comían María y el resto de la gente.
Ya por allí comimos algo y esperamos hasta encontrarnos con el grupo de comensales del buffet, para posteriormente volver al Old Town, tomarnos algo más en otra de las cafeterias propiedad de aquella en la que comimos el primer día, y nos pimplamos la botella de vino típico de allí que les había regalado Nell, combirtiendonos en delincuentes, pues está prohibido beber en la calle. Y recordando esto os doy un dato que me asusto, el gobierno cobra un impuesto sobre el alcohol de un ¡40%! Lo cual hace que la bebida casi se doble de precio, poniendo la cerveza a 5 o 6 euros. En fin seguimos deambulando por Estocolmo hasta volver a la pista de patinaje, donde nos divertimos haciendo el capullo, y tras varios intentos infructuosos de encontrar un Pub volvimos al hostal a por nuestras cosas. Tras esto, fuimos a por el avión y regresamos a Berlín, donde dimos un ligero paseo, vimos la puerta de Brandenburgo y comimos algo, antes de regresar muertos a Braunschweig.

Bueno y una sorpresa para Cierbo:


En fin un saludo y Auf Wiedersehen

4 comentarios:

Sebastián Ruiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sebastián Ruiz dijo...

Riero rá!!! (Era la cancioncilla de Tamariz). Pues sí, brother, ya me vale no haberte escrito antes...

Me resulta curioso, sólo es una pequeña apreciación, que falten las fotos eróticas de la cárcel... jejeje. Para los interesados podéis contactar con el artista de este blog, y que os especifique el grado de poca vergüenza que tenemos los dos.

Estcocolmo ha sido un antes y despues. Joder, con tal de ahorrar unas pelas, nos pateábamos la ciudad de cabo a rabo... Ahora puedo decir que mis gemelos y glúteos se han 'superdesarrollado'.

Una pequeña apreciación sobre esta capital: a la gente fea la expulsan, no es broma. De hecho si te encuentras a alguien así, el Estado te subvenciona...

Mil besos y al toro!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Muy buena crónica, Carlos, como ya te he dicho, ma molao lo que dices de Lidia y de mi. Lo has calcao, chato.

Anónimo dijo...

k grande el semaforo!! xDD