martes, 28 de abril de 2009

Pasión por el Balonmano

Estoy muy contento, si, si, si. Es que probablemente el martes que viene vaya a Magdeburgo a ver jugar a los Magdeburg Gladiators. Siiii, era uno de mis objetivos aquí en Alemania, y ya que no he podio jugar en todo el año que menos que tragarme un partido y casi con total seguridad pillarme alguna camiseta de un equipo, por que eso no lo podeis dudar, lo hare. Hay demasiado mono de balonmano como para estar en el país donde se vive con más fanatismo y ni siquiera verlo.Pero en fin, para el que no lo sepa (que según mis cálculos serán todos los lectores de este blog) en los Magdeburg Gladiators jugaba el estandarte del balonmano alemán (y apodado el Dennis Rodman del balonmano) Stephan Kretzschmar (lo sé es complicado de leer, pero se pronuncia más o menos "Kresmar"), a quien vemos aquí lanzando con la obstrucción de Peter Metlicic, otro grandisimo jugador que también probo la liga ASOBAL de balonmano (la nuestra para los de la LOGSE). Es cierto (para el que lo sepa y el que no también) que el Magdeburgo desde que se retirara Kretzschmar (y se reconvirtiera en estandarte del mundo underground y alternativo de Alemania, teniendo un programa en la MTV y todo) no ha vuelto a ser el equipo peligroso y que solía optar a títulos que todos los demás años había sido. Y es que este jugador era lo que todos esperamos de la palabra crack (aunque David Barrufet le hacía tener pesadillas) y un ejemplo a seguir por los que, como yo, jugaban en el extremo izquierdo, junto claro está a Juanín García y Rafa Guijosa (Dos españoles nombrados mejores jugadores del mundo). Un ejemplo de Kretzschmar aquí:

Si que es cierto que en España poseemos la mejor liga de balonmano del mundo junto con la alemana, y tambien es cierto que he tenido la posibilidad de ver partidos en España entre grandes equipos, que tengo fotos con casi toda la plantilla del barcelona y autógrafos de casi todos los internacionales españoles de los últimos cuatro años. Pero aquí en Alemania el balonmano se vive de otra forma, es una religión y tener una media de espectadores en un pabellón de 5000 no se ve en España todos los días.
Un equipo femenino de tercera puede tener unas instalaciones que envidiarian muchos equipos de primera, y en resumen las ciudades que acogen un equipo de máxima categoría de balonmano son ciudades que lo siguen con ferviente apoyo. Por ello quiero ir a Magdeburgo y vivir la tradición de los dos últimos minutos de un partido, en los que todo el pabellón se levanta y comienza a aplaudir ininterrumpidamente hasta que finaliza el partido como agradecimiento a los jugadores por el partido mostrado. La Wikipedia define el balonmano como:
El balonmano (del inglés handball) es un deporte de pelota en el que se enfrentan dos equipos, cada uno de siete jugadores (seis son jugadores de campo y uno es portero) que se enfrentan entre sí. El objetivo del juego es conseguir marcar gol con la pelota en la mano en la meta del equipo rival. El equipo que después del partido, que consta de dos partes de 30 minutos, haya logrado más goles resulta ganador, pudiendo darse también el empate.

Para mi por suerte o por desgracia es mucho más. Para mi es increible cuando juegas con intensidad y detienes a un tio haciendo acopio de fuerzas, o cuando bloqueas un balón estirando tu mano en el último segundo, o cuando das un pase milimetrado en un contrataque y ves que va perfecto. Hay muchas sensaciones que me ha dado el balonmano, algunas malas, siempre las hay, como la frustración de ver que tu equipo a bajado los brazos, o de como en Granada en tu propia pista los arbitros te estan robando el partido; ha habido lesiones, muchas, por suerte solo de gravedad la vez que se me salió la mandíbula (aquella era mi 3ª vez) y cuando estuve jodio con las rodillas. Pero sobretodo ha habido alegrías como cuando ganamos el ascenso ante Cajasur de Cordoba, o cuando me llamaron al stage de la andaluza. Empecé a jugar al balonmano cuando tenía 7 años con mi primo Pablo, y mi primera vez en un equipo fue en el Juan Ramón Jimenez justo enfrente de Casería de Montijo, allí conocí gente con la que aun coincido, y descubrí muchas cosas que este deporte me podía dar, continue jugando hasta los 12, ya que una vez que pasé al instituto no encontré equipo con el que jugar de forma que pudiese ir a entrenar sin problemas. Es una cosa que luego he lamentado terriblemente, ya que perdí parte de los años más importantes en este deporte, pero volví ya en 3º de la ESO. Fue un año más de recuperar conceptos y volverte a familiarizar pero era bonito volver a tener un balón en la mano, y desde entonces ahí he seguido, dándome golpes, jugando en liga andaluza, pasando a Senior, etc. No soy ningún crack del balonmano, eso lo sé mejor que nadie, pero es posible que por ello me divierta más que cualquiera.

Siempre recordaré el partido al que fui sin dormir en Almeria, o mis tres goles contra La Cañada a un determinado portero, o el campo de Gab Jaen, el mejor para fintar, o mis dos goles calcados de contraataque a pase de Uxo. Son muchos y buenos recuerdos pero el que destaca son los miles de saltos hechos desde el extremo izquierdo. Mi posición no suele ser muy goleadora a no ser que se den unas condiciones, pero junto el pivote, es seguramente la más técnica. Debemos saltar con todo el espacio que podamos conseguir evaluando si será una buena decisión. La realización del lanzamiento es plástica y dinámica. Tenemos que tener todos los recursos que podamos ser capaces de controlar de cara a ganarle la partida al portero y gozamos como enanos cuando hacemos una plancha ^^. Lo que intento decir es que ese medio segundo en el que recibimos el balón en carrera, apoyamos nuestro pie izquierdo, contraemos nuestro gemelo, todo se vuelve a cámara lenta, aguantas el balón y la postura, equilibras tus hombros, vigilas cada movimiento del portero y poco a poco vas eligiendo cual es la mejor solución para anotar, lanzas donde crees y por último te deslizas sobre el parqué, es un medio segundo irrepetible, es Balonmano.

2 comentarios:

Mephesto Khaan dijo...

Qué de años llevo yo sin nadar... con lo divertido que era :D

Como tu balonmano, es mucho más que tirarse al agua y agitar los brazos...

Ss la tension ABSOLUTA esperando la salida para saltar... estirarte al máximo! encogerte de golpe! entrar en el agua y ver ,con satisfación (o no), que has logrado entrar el primero y más lejos en el agua, que el de tu derecha se ha equivocado un milimetro y se ha ido muy al fondo, que llevas aire en los pulmones suficientes como para salir en media piscina.... y todo eso solo el salto!

Luego mides tu reparto de fuerzas, como vas a nadar cada largo, cada cuanto vas a respirar... todo mientras miras de reojo a los de tu lado y ves si en ese largo lo están dando todo o no, si deslizan más o menos, si respiran hondo o mas superficial... por que todo ello son pistas para saber cómo van a a seguir nadando los próximos metros...

Toca el giro, te tienes que encoger a la distancia exacta para aprovechar al máximo tu estatura y la fuerza de los cuádriceps para poder salir rapidísimo... itentando no réspirar antes de realizarlo pero sabiendo que llevas suficiente aire y fuerzas como para no respirar en 5 metros, girar bajo agua impulsarte y mover las piernas con tooda la potencia del mundo para aguantar bajo agua. Y de nuevo ves a los compañeros (o enemigos jejej) los que han virado mal , los que lo han hecho perfecto y en menos de 4 decimas de segundo logran sacar un cuerpo entero al resto....

Y los últimos metros, un vistazo rápido para ver que van a hacer los demas... calcular cuanto te queda, coger una graaan bocanada de aire y cerrar por completo los ojos, aislarte de todo y correr correr correr sin respirar hasta que se te salga el corazón por la boca... sentir la pared en la mano, y mirar rapidamente como has llegado...

Todo eso en unos 50 segundos largos, que juro que son de los más intensos y laaaaaaaaaargos que puede uno vivir.

Me encantaba, por qué lo he dejado? T_T

Nunca dejes el balonmano por tus muelas

litospk dijo...

Como ya he dicho me da demasiadas satisfacciones para dejarlo. Cuando haces un cruce y ves que se la has colado a la defensa, que ha picado el anzuelo porque hay muchisimo más de lo que se cree de estrategia. Cuando corres un contraataque dejandote las piernas corriendo mas que el contrario y observando que va a ir a chocarte o darte un "hachazo" pero tienes que aguantar el golpe y con suerte saltar en una posición malisima para con el último chute de adrenalina colarla al palo contrario, levantarte y dar un grito con el que te desahogas más que en toda tu vida.
Es demasiado para dejarlo