sábado, 13 de septiembre de 2008

Historia Interactiva (1)


Creo que todos conoceis de sobra mi afición por la escritura, y también mi poca fuerza de voluntad para escribir con continuidad. Pues muy bien, he decidido que eso este año se acabo. Quiero aprovecharlo para ir escribiendo con cierta regularidad y que vosotros seais mis críticos. Cualquier sugerencia que tengais, cualquier crítica, o cualquier elogio decidlo por favor, porque si veo que os interesais por la historia, posiblemente me entren mas ganas de seguir escribiendo.
Esta Historia es algo que llevo pensando varios años y la voy a ir escribiendo de forma paralela al resto del Blog. Lo que hoy escribo solo lo han leido María y Luca, pero si veo que os gusta continuaré con esta misma historia. En fin sin más demora.
1ª Parte:
La nieve se mostraba brillante en todo Toronto. La tormenta que algunos temían que podía ser significativamente dura, al final, únicamente había dejado un amplio manto blanco que embellecía la postal nocturna de la ciudad en aquellos días finales de Noviembre. Seguramente habría tormentas mucho peores ese año. En las calles se respiraba la tranquilidad típica de un miércoles laborable por la noche. Era ya bastante tarde, con lo que apenas se observaba vida alguna, y solo algún coche o alguien paseando al perro, rompía el silencio. Entre esa minoría de gente aun despierta se encontraba Samantha Lars. Bajó sin gana los tres escalones de la pequeña entrada de su casa, maldiciendose por haberse vuelto a olvidar de llevar la basura al cubo en su momento.
Era ligeramente más alta que la mayoría de las mujeres, lucía un bonito pelo castaño, normalmente atado en una simple coleta, pero que ahora reposaba libre sobre sus hombros; además tenía unos ojos verde profundo, los cuales habían quedado grabados a fuego en la memoria de casi todos los que la conocían. Estos, miraban de forma tierna y apasionada ,y tenían la luz propia que posee la gente con caracter. Su cara era bella y amigable, y por suerte, su sonrisa era un bien que exhibía con cierta asiduidad. Tambíen era una persona de complexión fuerte. Se notaba que practicaba deporte y quedaba claro en la facilidad con que portaba las bolsas de basura, nada ligeras.
Cuando por fin tiró la basura, Sam volvió a percatarse de la presencia de aquel coche. Lo había visto ya 3 veces en los últimos días y le inquietaba tanta coincidencia. Había preguntado a los vecinos si alguién se había mudado recientemente, pero estos le respondieron que no. Pensó que podía tratarse de la policia. Quizá su hermano Peter se había vuelto a meter en algún lío, pero le resultaba difícil de creer. Él se había esforzado mucho, y ahora pasaba por una buena época en su vida, sobretodo gracias a Amy, la cual se había cruzado en su camino como un ángel de la guarda, y le había dado un motivo para ser mejor persona y dejar todos sus negocios turbios. No podía creerlo, sobretodo, días después de que Amy le dijera que iba a ser tía y que no se lo mencionara a Peter, pues era una sorpresa. Al fin y al cabo su otro pariente vivo, era su abuela, con la que su hermano y ella se criarón, y la verdad, era demasiado cotilla.
Pero algo más le llamaba la atención de aquel coche. No era el típico coche de la policía haciendo guardia. Este era marrón, grande y daba la impresión de ser muy potente. Además no eran nada tontos, las tres veces habían cambiado de matrícula, pegatinas exteriores y conductor. Pero se habían olvidado de un detalle. La primera vez que descubrió el coche fue casí por sorpresa. Ella salía de la facultad, cuando recordó que debía recoger unos apuntes de la copistería. Dió la vuelta y se encaminó al edificio principal. Pero justo cuando cruzaba un paso de peatones, casi la atropella un coche marrón. Esta brusca detención, provocó que un poco del café de Sam cayese sobre la llanta del automóvil. Tras esto, un conductor mayor y embotado se disculpó por su torpeza.
Esto no habría supuesto nada en especial, si no fuera ,porque la segunda y la tercera vez que lo vió, habían cambiado todo, pero la mancha de café permanecía perenne en la rueda delantera derecha. Por ello, le sorprendía ver el mismo coche tres veces con distinta matrícula. Lo hacían bien, pero pasaron por alto un detalle muy tonto.
Antes de entrar a casa observo de nuevo el coche, pero la luz de una farola no le dejaba divisar bien el interior.
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Por mucho que quisiera, esa farola, no le dejaba observar la silueta del corpulento hombre que se sentaba en el asiento del conductor. Sus grandes manos negras, jugueteaban pacientemente con el volante, y su rostro mostraba un semblante calmado y atento. Hacía mucho que hacía trabajillos de este tipo, por lo que no le sorprendía la posibilidad de que aquella mujer, de que Samantha Lars, pudiera percatarse de que la seguían.
Daba la impresión de ser una chica inteligente, al fin y al cabo era un objetivo; y aunque aún estaba muy verde, se podían vislumbrar ciertas aptitudes.
Giró su oscura cabeza, y de sus labios carnosos surgieron poco a poco las palabras:
-Askell. Ella lo sabe.
La frase iba dirigida a un hombre mayor y embotado, de pelo cano que se debatía en el asiento trasero.
-Pues mejor para nosotros, algo que no tenemos que tener en cuenta.
-Si, pero los dos sabemos qué le ha dado pie a estar alerta. Creo que tú, mejor que nadie ,debería saber que la distancia de seguimiento son dos coches.- Contesto el gran hombre negro.
-¿Qué quieres que te diga? El tráfico continuaba, la habiamos perdido de visual y... ¿Yo qué coño iba a saber que volvería por donde había venido?- Replicó Askell algo más airado, lo que provocaba que su ya acostumbrada tono rojo, se volviese más acusado.
-¿Quizá si te tomases las cosas más en serio, y no menospreciases a la gente? - Contesto volviendo a la carga el conductor.
-¿Qué? ¡ No me des lecciones de como hacer mi trabajo! ¡Yo ya sabía todo de este negocio, cuando tu apenas caminabas!
La última réplica de Askell ya estaba haciendo mella en el corpulento hombre de adelante, cuando una voz se elevo ligera y tranquilamente sobre las demás.
-Creo que ya está bien por hoy. Si teniamos dudas de si sabía de nuestra existencia, vosotros las habeís disipado. Ella es un objetivo, así que el que sepa de nosotros no es un gran problema. Nmeba, somos un equipo. Si hay algún problema se discute fuera del operativo. Y tú, Askell, me dan igual tus excusas, si tuvieras un poco de cuidado, no te habrías saltado el paso de peatones, no habrías estado a punto de eliminar al objetivo y ella no se habría dado cuenta de nuestra presencia ¿ Entendido?
Nadie contesto, pero estaba claro que el hombre sentado en el asiento del copiloto tenía razón. Era joven, alto y de complexión atletica. Tenía el pelo castaño oscuro en la raiz, pero estaba quemado por el sol en las puntas, lo cual le proporcionaba un tono bastante más claro. Era moreno de piel, aunque en la oscuridad de la cabina no se podía apreciar.
A sus pies se encontraba un arco plegable de poleas y un carcaj. Echó su cuerpo ligeramente hacia adelante y vio la señal que daba pie para entrar en acción.
-Señores, ha apagado las luces, veinte minutos desde ahora- Se volvió hacia atras y miró al cuarto y último miembro del operativo -Terry, tu vas con Nmeba.
Askell cogió el telefono y marcó rápidamente un móvil:
-Cooper, Katrina. Estamos listos ¿Qué? Si, si, ..., te lo paso...- Askell le pasó el móvil al copiloto mientras decía claramente entre dientes "Esto no me gusta".
El copiloto se pegó el auricular al oido y empezó a dialogar con el interlocutor:
-¿Si? ...Dime...¿Qué? ... No, no creo que sea necesario ... No, creo que no lo entiendes, no creo que sea buena idea... Si, de acuerdo, corto...- Mientras colgaba, el copiloto pensó en que aquella gente le había pegado la manía de terminar las conversaciones con "Corto"- Muy bien señores, Cooper nos envía refuerzos.
Todos se miraron, y por primera vez en la noche, los cuatro estaban de acuerdo, no les gustaba la noticia.

(Ok sé que es muy largo de leer, pero por favor hacedlo y opinad con total sinceridad)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

wenas wapo!! es largo... jejeje pero se lee facil y rápido. creas cierto suspense, y te quedas con curiosidad de lo que traman los del coche. Es genial como narras la parte en la que casi la atropellan y como descubre al coche. Je yo nunca m hubiera fijao en la mancha de la llanta del automóvil... xD ( m lo imaginé como si fuera psych... tipico zoom... )

litospk dijo...

Muchisimas gracias preciosa
Esto me anima a seguir escribiendo y a intentar hacer una historia lo mejor posible, para que al menos podais estar entretenidos durante un tiempo.

Anónimo dijo...

jajaja es curiosa la historia ya esoty cn ganas de saber como sigue..no escribes mal igual ocnsigues q welva leerme un libro q antes era un viciado y llevo 3 años sin leer uno

y pon mas imagenes q sino me da algo...aunk no tenga sentido. JL